La fórmula para poner precios en tu negocio sin perder clientes

Empleada etiquetando vestido blanco en tienda de ropa moderna, gestión de inventario y precios

Uno de los retos más difíciles del emprendimiento o de abrir un negocio es saber que precio cobrar. Quieres ser justo para el cliente y más que justo para ti como emprendedor. En esta entrada, te voy a guiar paso a paso con una estrategia sencilla para establecer precios que te hagan sentir segura/o, que respeten tu trabajo y que también sean atractivos para tus clientes.

En este artículo te mostraré cómo definir el precio adecuado para tu emprendimiento sin perder la cabeza. Te daré estrategias que funcionen para saber el punto justo al momento de cobrar. 

¿Por qué es tan importante poner bien el precio?

Fijar el precio correcto no es solo cuestión de “cuánto me pagarían”, sino de lograr un equilibrio entre el valor que das, tus costos, tu tiempo y lo que el mercado está dispuesto a pagar. Si cobras muy poco, puedes terminar trabajando mucho sin ver ganancias. Si cobras demasiado sin justificarlo, podrías alejar a posibles clientes.

El objetivo no es ser el más barato, sino ser justo y rentable.

Estrategia para poner precio en tu emprendimiento

Vamos paso a paso con una estrategia básica pero poderosa que puedes adaptar según tu tipo de negocio.

1. Conoce tus costos

El primer paso es entender lo que te cuesta hacer o entregar tu producto o servicio. Aquí debes incluir:

  • Costos directos: materiales, insumos, empaques, licencias, herramientas, etc.
  • Costos indirectos: internet, luz, transporte, alquiler de espacio, etc.
  • Tu tiempo: sí, tu tiempo también vale. Ponle un valor por hora o por proyecto.

Por ejemplo: si haces velas artesanales, suma el costo de la cera, los envases, la esencia, el empaque, y el tiempo que te toma hacer cada una incluyendo todo el material. 

2. Define tu margen de ganancia

Una vez que sabes cuánto cuesta crear tu producto o servicio, el siguiente paso es sumar un margen de ganancia. Este margen puede variar pero va desde los 30-50%.

Fórmula básica:

Precio de venta = Costo total + (Costo total × % de ganancia)

Ejemplo:

Si una vela te cuesta $5 hacerla, y quieres ganar el 50%, el precio sería:

$5 + ($5 × 0.50) = $7.50

Redondea de forma estratégica, por ejemplo, $7.90 o $8.00 según tu mercado.

3. Investiga el mercado

El conocer a tu competencia te permite entender el negocio y el emprendimiento. Busca a tu competencia, estudia su calidad, empaque, atención, propuesta de valor y, claro, sus precios.

Esto es una estrategia que funciona para entender donde te encuentras tu. La idea no es copiar el precio pero entender lo que esta pagando tu cliente. 

4. Conecta el precio con el valor

Este paso es clave: tu cliente no solo paga por el producto, sino por la experiencia y el valor que recibe. Si ofreces algo especial —personalización, entrega rápida, empaque bonito, atención cercana, calidad superior— eso también vale y se puede reflejar en el precio.

Aprende a comunicar el valor de lo que haces. Los clientes pueden estan dispuestos a pagar si entienden el valor de lo que ofreces. 

Hablemos de precios psicológicos

Hay una técnica conocida como “precio psicológico” que ayuda a que los productos se vean más atractivos. Por ejemplo:

  • En vez de $20, puedes poner $19.90 o $19.99
  • Usar números impares o con decimales suele dar la impresión de que es “más barato”

No es una regla obligatoria, pero vale la pena probar y ver qué funciona mejor con tu audiencia.

¿Y si vendo servicios?

Si ofreces servicios (como diseño, asesorías, clases, fotografía, etc.), la estrategia es similar, pero enfocándose en:

  • Horas de trabajo: ¿cuánto tiempo dedicas a cada cliente?
  • Preparación y experiencia: lo que sabes también vale.
  • Costos asociados: herramientas, plataformas, transporte, etc.

Puedes cobrar por hora, por sesión, por proyecto o por paquete. Y recuerda: no estás vendiendo solo tu tiempo, estás vendiendo tu conocimiento, experiencia y resultados.

No te olvides de revisar y ajustar

Tus precios no son fijos para siempre. A medida que tu negocio crece, mejoras tus habilidades, o suben tus costos, puedes (y debes) ajustar tus precios.

Te recomiendo revisar tus precios cada 3 a 6 meses. Y si te sientes inseguro/a al subirlos, hazlo poco a poco, y comunica con claridad lo que incluye ese nuevo valor.

Consejo final: cree en lo que ofreces

Llegar al precio correcto toma tiempo y vale la pena intentar varios métodos hasta encontrar el que funcione. Pierde el miedo a “cobrar muy barato” o “cobrar muy caro”. Todo es una formula, y hay un precio mínimo que tiene que pagar el cliente para poder ser lucrativo o negocio. Ahora, si el margen termina siendo muy poco para ti, quiere decir que tienes oportunidad de reducir costos para que ese margen crezca y sea lucrativo. Asi te daras cuenta si vale la pena el negocio! 

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